RETO VISIONARIO EN LA EDUCACIÓN
POR MAESTROS JÓVENES
POR MAESTROS JÓVENES
En estos últimos años estamos viviendo, en una situación crítico de la historia de la Educación. Porque se requiere de una Educación variada, de acuerdo a nuestras sociedades, teniendo en cuenta nuestros costumbres, tradiciones, valores, lengua .Etc. Ya que queremos que nuestro país desarrolle, para no continuar paralizados en el modelo tradicional de exportación, subordinados por el neoliberalismo. Y por otra parte, la importancia del futuro de quienes podemos hacer efectiva dicha esperanza; basados solamente en la Educación. Y cuando en los colegios estatales faltan maestros ¡Miles de jóvenes maestros y maestras titulados están desempleados!; todo por la falta de planificación de éste gobiernos de turno, ideados solamente por la aplicación de recetas neoliberales como la privatización; a dónde va nuestra educación.
Tenemos que tener muy en claro, que los docentes en las aulas, asumimos funciones con responsabilidad, para que se les deleguen y les hagan ver a las sociedades, sus derechos, frente al aparato estatal, la esfera productiva y el sistema de seguridad; para que no se genere los problemas sociales. Por ejemplo, cuando se observa la aparición de renuevos de racismo; inmediatamente se exige a los colegios, que incorporen a su currículo una decidida actuación de Educación multicultural y multirracial, que favorezca la tolerancia y la solidaridad; si hay problemas de pandillaje y seguridad, de igual modo. El asunto no se arregla desde el gobierno y otras instituciones sociales: sino desde los colegios, gracias a los docentes que acaban con el ojo de la tormenta. Vea usted la importancia y el papel que cumple un docente.
Para éste gobierno de turno y sus instituciones sociales con tendencias neoliberales. Parecen olvidar que la función primordial, fundamental e inherente de los maestros en los colegios; es la distribución democrática del acceso al conocimiento y el trazo de líneas para una sociedad próspera y libre, y a partir de ello, mejorar las condiciones sociales de equidad y de paz. Los maestros en sus colegios han sido y son los principales protagonistas de cambio, con mecanismos de inclusión, superación e igualdad de oportunidades. Pero lejos de lo ideado, hoy en los colegios, no se vive la realidad que anhelamos. La arbitrariedad y la desestima a los docentes, nos interpela diariamente, desde las altas esferas, mientras que su política, de satisfacción a su ego, trae a nuestro país, una dinámica de retroceso, decidia y falta de visión.
Por esta política de gobierno, es que nuestros maestros jóvenes, tienen la sensación de que su futuro profesional es cada vez màs incierto y creciente. Que cuando buscan un puesto laboral, cada vez le es màs difícil acceder a una plaza. Sea por los recortes presupuestales ò el incremento de la carga docente que genera excedencias. Por el incremento de la edad jubilatoria y el porcentaje reducido de cese de maestros nombrados que, estando en edad de jubilarse no lo hacen, porque pierden el 40% de sus haberes por ser bonificaciones no pensionables. Todo porque no hay una política claro, que responda a una sociedad creciente de cambio.
El ánimo y el esfuerzo de nuestros docentes jóvenes parecen no tener provecho para conseguir el desarrollo anhelado; dado que hay un abismo entre la teoría educativa, los programas curriculares, la realidad del mercado de trabajo y las políticas educativas.
Por esta política de gobierno, es que nuestros maestros jóvenes, tienen la sensación de que su futuro profesional es cada vez màs incierto y creciente. Que cuando buscan un puesto laboral, cada vez le es màs difícil acceder a una plaza. Sea por los recortes presupuestales ò el incremento de la carga docente que genera excedencias. Por el incremento de la edad jubilatoria y el porcentaje reducido de cese de maestros nombrados que, estando en edad de jubilarse no lo hacen, porque pierden el 40% de sus haberes por ser bonificaciones no pensionables. Todo porque no hay una política claro, que responda a una sociedad creciente de cambio.
El ánimo y el esfuerzo de nuestros docentes jóvenes parecen no tener provecho para conseguir el desarrollo anhelado; dado que hay un abismo entre la teoría educativa, los programas curriculares, la realidad del mercado de trabajo y las políticas educativas.
Nuestra sociedad tiene mucha necesidad de creer en algo y de confía. La esperanza está en los docentes de hoy y en los maestros jóvenes que sabrá mirar hacia adelante y hacer frente al compromiso ético de cambio que tenemos con las próximas generaciones.
Prof.: Jaimes Garay A. Isauro
(Responsible)
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